La Paz i Carretera de la Mort (cap avall la merda corre) per Victor Cañabate

@Marki: correcte, per això et tinc a tu

@Winoc : Tota la raó, lluint colors amb orgull. M’alegra que així llegeixis tot el text !

@Berbe: cert, però això el que feia la foto e! no nosaltres! Ens hem proposat minimitzar viatges inútils, va ser uma mica despiste i prou! :p

@Bea: Ka pun kah! ;) cerves siempre presentes

@Rodri: en principi no, però gràcies per la sugerencia

@Marta x2: be, llavors pensaré fer menys viatges… El petit apren del gran, no et confonguis!

@Mery: fem el que podem!! Ara pinta Titikaka i uma mica de jungla

@César: si me quisieras...todo te daría :P (es així crec!) tagradarien les muntanyetes aquí, fas un 6.000 com si res

@kiki: desprès hi ha examen!

Buenas chic@s que nos seguís en el blog, soy Caña, dada la presión popular a la que me he visto sometido y suponiendo un enorme placer para mí, m e dispongo a redactar las últimas vivencias y peripecias que han acontecido estos últimos días en la ciudad de La Paz. Tras el reencuentro memorable con Marc en el hostel en el que nos alojamos, nos levantamos a la mañana siguiente algo perjudicados ‘por la altura’ y nos dispusimos a conocer la ciudad. Lo primero que hicimos fue tomar un abundante desayuno y dirigirnos hacia el casco histórico de la ciudad, paseamos un buen rato por la plaza San Francisco, la calle Jaen y la calle de las brujas, sin duda un enclave peculiar con toques coloniales como la catedral, que se mezclan con matices y costumbres precolombinas.

Tras pasear un buen rato, decidimos subir a un mirador apartado para tener una panorámica de la ciudad, la subida fue algo dura, aunque después del tercer cigarro la falta de aire se hace menos evidente.

Nos llamó la atención el desorden urbanístico de la ciudad, ya que parecía que los edificios los habían tirado desde el aire al azar encima del terreno sin ningún criterio, sin duda un desorden con cierto encanto, si Ildefons Cerdà levantara la cabeza…. Ya de bajada, nos encontramos con unos amigos indeseables, nos empezaron a perseguir unos perros con cara de pocos amigos, así que nos tocó correr calles abajo, con lo cual la bajada fue mucho más rápida que la subida, no todos los perros son como mis amigos de la foto!! Después de nuestros Sanfermines bolivianos particulares y casi sin aliento, decidimos reponer fuerzas con una comida autóctona bastante contundente, creo que nos la habíamos ganado con creces!!

La tarde fue tranquila, paseo, confección de excursiones y a dormir pronto que el dia siguiente nos tocaba excursión en bicicleta de descenso por la carretera de la muerte.

Nos levantamos pronto, como a las 7 de la mañana para ir a la excursión en bicicleta, fuimos al punto de encuentro con la agencia organizadora, desayuno continental y furgoneta hacia la carretera de la muerte. Nada más llegar se hizo el reparto de bicicletas, equipo y las instrucciones necesarias para no hacer gala del nombre de la ruta. El descenso fue alucinante, el primer tramo una zona asfaltada con paisaje de montaña, nieve, montañas nevadas etc IMPRESIONANTE!!  Unos kms más abajo llegamos a la zona sin asfaltar, y el paisaje cambió por completo, selva, helechos, cascadas y una carretera angosta donde las haya. Durante el tour conocimos a Sara, una chica valenciana que lleva varios meses recorriendo sudamerica. Después de varias horas disfrutando del paisaje, llegamos al final del trayecto, una cabaña en la selva donde nos ofrecieron comida y cervecitas jejejeje y otra vez de vuelta a La Paz.